Como gran parte de los mexicanos, en el Telar Verde estamos realmente decepcionados de nuestro gobierno, cuyos índices de corrupción han alcanzado niveles nunca antes vistos. Estamos cansados de ver como los recursos naturales de nuestro país, su inmensa diversidad y sus mantos acuíferos están siendo contaminados y destruídos en aras de una Reforma Energética que no ha sabido respetar ni proteger a las comunidades indígenas o al medio ambiente. Nuestro gobierno ha apostado por el dinero y no por la conservación y protección de nuestro entorno, permitiendo que empresas internacionales apliquen, con total impunidad, métodos prohibidos en muchas otras naciones.
Podemos citar como un ejemplo el Fracking o Fracturación Hidráulica, método para la extracción de petróleo y gas natural que consiste en la inyección a presión de grandes cantidades de agua y químicos para romper la piedra madre y hacer accesibles los depósitos de éstos minerales. Sin regulación alguna la práctica de Fracking contamina los mantos acuíferos, utiliza enormes cantidades de agua y puede tener daños irreversibles en la salud de los ecosistemas aledaños a los pozos de exploración.
En México existen alrededor de 3 mil 780 pozos de fracturación hidraúlica en diferentes estados del país como son: Nuevo León, Coahuila, Puebla, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz.
El Fracking está prohibido en las siguientes naciones, que han optado por la exploración de energías menos dañinas para el medio ambiente:
- Francia
- Bulgaria
- Alemania
- Escocia
- Uruguay
- Países Bajos
- Irlanda
- varios estados y comunidades en Estados Unidos, Canada, España, SudAfrica y otros países
Lo mismo ha ocurrido con las mineras, en su mayoría subsidiarias de empresas Canadienses, que bajo la protección del gobierno pisotean los derechos de las comunidades y que sin ningún reparo o regulación, destruyen ecosistemas y la capacidad productiva de cientos de hectáreas de tierras mexicanas. La minería a cielo abierto ha sido criticada mundialmente por el daño ecológico que ocasiona, pues uno de sus principales métodos de extracción es la aplicación de químicos como el cianuro, mercurio o ácido sulfúrico para disolver los compuestos y así obtener los minerales que se desean obtener de la tierra. Este tipo de extracción se ejecuta en extensas áreas de terreno, creando cráteres de grandes diámetros que se van profundizando a medida que se avanza en el proceso.
Socialmente, la impunidad con que trabajan las mineras han generado comentarios de organizaciones como Mining Watch Canada que han afirmado que “es evidente que los mecanismos legales existentes no aseguran que las empresas mineras canadienses en el extranjero respeten los derechos humanos colectivos e individuales y acaten el estado de derecho”.
Somos conscientes de que el progreso y riqueza de nuestro país son la llave para un mejor futuro. La explotación de nuestros recursos, hecha de una manera sustentable, puede significar la creación de empleos y riqueza para los mexicanos. Sin embargo, consideramos un error el poner este futuro en manos de corporaciones cuyo objetivo es la maximización de utilidades. De igual forma, consideramos un error el permitir que éstas puedan actuar con total impunidad sin mecanismos o leyes que regulen y controlen su manera de actuar. Es la obligación del gobierno y sus instituciones el salvaguardar la riqueza natural y cultural de México. La prioridad para el crecimiento debe ser la conservación de nuestro país para las generaciones futuras, no una mayor inversión extranjera.
En las próximas elecciones para Presidente, quien se llevará nuestro voto será el candidato que presente un plan con propuestas para el crecimiento integral de México. Que ponga en la balanza no sólo la importancia de generar riqueza, sino la importancia de conservar nuestras plantas, nuestras selvas, nuestros desiertos, nuestro cielo azul, nuestras aguas y nuestra gente.